viernes, 1 de julio de 2011

Autoexamen del seno

El cáncer mamario es uno de los tumores malignos más frecuentes y agresivos. Detectado y tratado oportunamente puede ser curable en su totalidad.

Por ello, el autoexamen de seno debe efectuarse mensualmente desde los 20 años en adelante. La mejor época para hacerlo es justo después de la menstruación. Si no tiene período, o estos son irregulares, repita el examen el mismo día de cada mes.

Es un procedimiento simple, gratuito e indoloro que usted misma puede practicar. A continuación la sindicaciones de como hacerlo:


Observación con espejo

Coloque sus brazos a los lados del cuerpo Luego levante sus brazos sobre su cabeza y observe buscando cualquier cambio de contorno o asimetría. Anote cualquier anormalidad que le llame la atención, para consultar posteriormente con su médico.


A continuación descanse las palmas de las manos sobre la parte superior de sus caderas a cada lado, con los codos flexionados 90 grados. Presione firmemente para contraer sus músculos pectorales y anote cualquier anormalidad que le llame la atención, para consultar posteriormente con su médico.
 



           
Palpación recostada boca arriba

Para examinar su mama izquierda coloque una almohada bajo su hombro izquierdo y su mano derecha detrás de la nuca. Y viceversa para la mama derecha.

Con la mano derecha y la palma casi paralela a la superficie mamaria presionar suavemente con movimiento circular siguiendo los movimientos de la aguja del reloj, comenzando de afuera hacia adentro hasta completar toda la mama (aprox. 3 movimientos circulares) Efectuar los movimientos similares pero con la otra mano para la mama izquierda. Anote cualquier anormalidad que le llame la atención, para consultar posteriormente con su médico

Luego oprima el pezón entre el pulgar y el índice y observe cualquier líquido que salga. Anote cualquier anormalidad que le llame la atención, para consultar posteriormente con su médico.



Forma de mover el seno para palpar

Mueva el seno de una forma concreta. Usted puede elegir el movimiento en círculo (A) , el movimiento hacia arriba y hacia abajo (B) , o apretando (C) . Repita el mismo procedimiento cada vez que lo haga.
Le ayudará a estar segura de haber examinado el área completa del
(dibujos) seno y a recordar cómo es su seno.


Fuentes:   
http://www.drgdiaz.com/eco/autoexamendeseno.shtml                    http://blogs.siviaolmedo.tv 


Patologías Mamarias Benignas
·       La mayoría de las lesiones que aparecen en la mama son benignas.                   
·       Se logra el diagnostico con mamografía, USG, RMI y biopsia de aguja.              
·       Deben ser evitados los procedimientos quirúrgicos innecesarios.                  
El término “patologías mamarias benignas" abarca un grupo heterogéneo de lesiones que pueden presentar una amplia gama de síntomas o se pueden detectar como resultados microscópicos fortuitos.

La incidencia comienza a elevarse durante la 2° década de la vida con picos en la 4° y 5° décadas.

En las enfermedades malignas la incidencia continúa
aumentando después de la menopausia.


ANOMALÍAS DEL DESARROLLO
1. HETEROTOPIA MAMARIA
2. MACROMASTIA
3. HIPOPLASIA
4. AMASTIA
5. AMAZIA

HETEROTOPIA MAMARIA
  • Anomalía congénita más común de la mama.
  • Más frecuente en asiáticos.
  • Tejido mamario supernumerario o aberrante.
  • Ubicación más frecuente a lo largo de la línea de leche (tórax, vulva, axila) y fuera de ésta (rodilla, cara lateral del muslo, nalgas, orejas y cuello).
  • Sus componentes varían: politelia, polimastia.                                                  
MACROMASTIA  
  • Embarazo y Adolescencia


HIPOPLASIA 
  •  Congénita: Asociada a desórdenes genéticos (Sd. Cubital-mamario, de Poland, de Turner, hiperplasia suprarrenal congénita).
  • Adquirida: Iatrogénica (trauma, radioterapia). 

AMASTIA (ausencia de mamelón y mama) y AMAZIA
  •   (Ausencia de tejido mamario, solo hay mamelón)

                         MACROMASTIA






                                          Politelia
 Inflamación y Lesiones Relacionadas


MASTITIS :
  • Aguda
  • Granulomatosa
  • Reacción a cuerpo extraño
  • Absceso subareolar recurrente
ECTASIA DE DUCTOS MAMARIOS
  • NECROSIS GRASA

MASTITIS AGUDA


Celulitis del tejido conectivo interlobular.
Resultado de la lactancia (3 primeros meses
postparto).
Puede llevar a formación de abscesos y septicemia.
Abordaje más apropiado: Amamantamiento frecuente
o extracción manual de leche e inicio de antibioticoterapia empírica apropiada.

Absceso asociado: Incisión y drenaje o aspiración con
aguja guiada por USG. 






MASTITIS GRANULOMATOSA
 Etiología: Infecciosa, cuerpo extraño o enfermedades sistémicas autoinmunes (Sarcoidosis, granulomatosis de
Wegener).


“Mastitis granulomatosa idiopática”                                                                                           
Utilizado para lesiones sin causa identificable
 Diagnóstico por exclusión
 Manejo: Escisión quirúrgica completa más esteroides 50% de persistencia, recurrencia y complicaciones como formación de abscesos, fístulas y supuración crónica. Es necesario el seguimiento a largo plazo. 


Absceso Subareolar Recurrente (Enfermedad de Zuska)




Infección bacteriana de la mama (rara).

Tríada: Fístula cutánea que drena desde el tejido subareolar,
descarga espesa por el pezón e historia de múltiples y recurrentes
abscesos mamarios.
 
Causada por metaplasia escamosa de uno o más ductos lactíferos
en su paso a través del pezón, probablemente inducida por el
tabaquismo.
 
El drenaje del absceso y escisión del ducto y tracto sinusal afectado
es exitoso en la mayoría de los casos.
 
Los abscesos pueden recurrir cuando el proceso se desarrolla en un
ducto diferente.








ECTASIA DE LOS DUCTOS MAMARIOS
(MASTITIS PERIDUCTAL)

Puede simular clínicamente carcinoma invasivo (realizar
biopsia).

Mujeres mayores y de mediana edad que han tenido
hijos.

Descarga por el pezón, masa subareolar palpable,

mastalgia no cíclica o inversión o retracción del pezón.







    •                                                         

NECROSIS GRASA

Proceso inflamatorio benigno no supurativo del tejido adiposo de la mama.

Secundaria a accidentes o trauma quirúrgico o asociada a carcinoma o cualquier lesión que provoque supuración o degeneración necrótica (ectasia de ductos mamarios, enfermedad fibroquística).

Puede simular clínicamente cáncer de mama.

Histológicamente: células grasas sin núcleo rodeadas por histiocitos gigantes e histiocitos espumosos fagocitarios.

Se requiere biopsia escisional si el carcinoma no puede ser excluido preoperatoriamente.



 Cambios Fibroquisticos  

  • Desorden benigno más frecuente  de la mama.
  • Mujeres premenopáusicas entre 20 y 50 años.
  • Observado clínicamente en más del 50 % de las mujeres e histológicamente en el 90 %.
  • Puede ser multifocal y bilateral
  • Síntomas de presentación más comunes: dolor mamario y nodularidades blandas en las mamas.
  • La patogénesis exacta no está clara.
  • Comprende lesiones quísticas y sólidas, incluyendo adenosis, hiperplasia epitelial con o sin atipia, metaplasia apocrina, cicatriz radial y papiloma.
  • Importante identificar en mujeres con riesgo elevado de cáncer mamario. Útil el sistema de clasificación propuesto por Dupont y Page.  



NEOPLASIAS


FIBROADENOMA



Lesión más común de la mama (25% de mujeres asintomáticas).
Picos de incidencia:15 y 35 años. 
Grupo de lóbulos mamarios hiperplásicos. 
 Hormonodependiente (crece durante el embarazo e involuciona en la perimenopausia como el resto de la mama).
Asociación directa con el uso de ACO antes de los 20años.
Virus Epstein-Barr: Rol causal en pacientes inmunocomprometidos.
 Gran movilidad, bien circunscrito, firme, a menudo palpable.

Unilateral (más frecuente), en 20% de los casos se presentan múltiples lesiones en la misma mama o bilateralmente.






Lipoma

Tumor benigno solitario de adipocitos maduros.
Clínicamente es una masa bien circunscrita, suave y lobulada.
Diagnóstico clínico confirmado sin sospechas de malignidad en la mamografía y el USG [1]seguimiento a través de palpación luego de 6 meses.
Diagnóstico incierto o crecimiento rápido [1]resección quirúrgica. 

ADENOMA

Neoplasia epitelial pura.
Se divide en: tubular, de lactancia, apocrina, ductal y es llamada adenoma pleomórfico.
Lesiones poco comunes (excepto adenomas de lactancia y tubulares, ambos en edades reproductivas).

CÁNCER DE MAMA

Constituye cerca del 33 % de todos los cánceres en mujeres.
Factores predisponentes:
Antecedentes familiares
Dieta, obesidad y alcohol

Factores reproductivos y hormonales
Sólo 20 % de las mujeres tiene antecedente familiar de la enfermedad.
Cualquier antecedente familiar de cáncer mamario aumenta el riesgo relativo global.
El riesgo aumenta en 40-50% en mujeres cuyas madre o hermanas experimentaron CA mamario premenopáusico bilateral.

FACTORES HORMONALES Y REPRODUCTIVOS

Menarquia temprana.
Menopausia precoz.
Multiparidad hay menor riesgo.
Lactancia [1]no afecta incidencia.
ACO [1] riesgo pero disminuye luego de 10 años de descontinuarlos.
Terapia de Reemplazo Hormonal con estrógenos [1] riesgo con uso prolongado (>10 años) o dosis elevadas.
Mujeres con antecedentes de CA mamario:
Riesgo de casi 50% de presentar su forma microscópica
Alrededor de 20% de cáncer clínicamente evidente en la mama contralateral
 Tasa de 1 a 2% por año.

DIAGNÓSTICO

Más frecuente en cuadrante superior externo (> tejido mamario).
10-50% de los CA detectados por mamografía no son palpables
10-20% de los CA detectados por ExFx no se ven en la mamografía.
ExFx y mamografía son complementarios.
30-40% de lesiones malignas por clínica serán benignas por biopsia.
20-25% de lesiones benignas por clínica serán malignas por biopsia.


Signos de enfermedad tardía:

Piel en cáscara de naranja.
Retracción del pezón.
Erosión cutánea.

Método de 2 etapas:
1. Biopsia y examen microscópico
2. Mastectomía o medidas terapéuticas definitivas.





Examen de las mamas

El examen de las mamas es muy importante en las mujeres, especialmente para detectar precozmente la presencia de un cáncer. Se efectúa mediante la inspección y la palpación. El examen debe ser prolijo, sin dejar de cuidar el pudor de la paciente.

En la mama destaca el tejido glandular y fibroso, grasa subcutánea y retromamaria. El tejido glandular se organiza en lóbulos y lobulillos que drenan a los conductos galactóforos, los que a su vez desembocan en el pezón. En algunas mujeres la grasa es el tejido que más predomina. Con la edad el componente glandular se atrofia y es reemplazado por grasa.

Para localizar las lesiones de la mama, ésta se divide en cuatro cuadrantes mediante dos líneas virtuales transversales que pasan por el pezón. Casi todo el tejido glandular se encuentra en el cuadrante superior externo, el cual hacia la axila se prolonga formando una cola. El drenaje linfático se efectúa principalmente a la axila, pero también ocurre hacia regiones infraclaviculares y estructuras profundas del tórax.

La inspección conviene efectuarla estando la paciente sentada con sus brazos colgando a los lados, apoyados a cada lado de la cintura o levantados. Se deben observar ambas mamas en forma simultánea para comparar la simetría de ellas, el aspecto y orientación de los pezones, posibles deformaciones o retracciones, y si existe compromiso de la piel.

En la aréola de las mamas, que es una zona pigmentada que rodea el pezón, se ven unas prominencias pequeñas que corresponden a glándulas sebáceas (tubérculos de Montgomery) y algunos folículos pilosos.

En ocasiones se ven uno o más pezones supernumerarios que se ubican en la línea mamaria embrionaria.

Si el pezón está aplanado o retraído (umbilicado) por muchos años, no tiene mayor importancia, salvo la dificultad que puede ocurrir para amamantar. Si la retracción es del último tiempo, puede deberse a un cáncer.

La palpación se efectúa frecuentemente estando la paciente en decúbito dorsal. Se le pide que levante el brazo del lado que se va a examinar y que coloque la mano detrás de la cabeza. La mano del examinador presiona la glándula contra la pared torácica y la recorre sistemáticamente. Puede ser en forma radial o por cuadrantes. La palpación debe ser completa, sin dejar de palpar el tejido glandular debajo del pezón, la cola en el cuadrante superior externo y las axilas mismas. También se puede efectuar una palpación bimanual que es útil especialmente para deliminar mejor los nódulos que se detectan. Otra alternativa es asir el seno mismo entre el pulgar y los demás dedos de la manos con el fin de sentir las estructuras contenidas en la glándula.

Las mamas voluminosas son más difíciles de examinar y la posibilidad que se escape un nódulo es mayor. Frente a esta posibilidad conviene indicar mamografías y ecotomografías, especialmente pasados los 50 años; en mujeres con riesgo aumentado de tener un cáncer, estos exámenes se practican en forma más precoz.


Se consideran factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama:

  • ·        La edad (riesgo progresivo).
  • ·        Familiar cercano que haya tenido cáncer de mama (madre, hermana, abuela, tía).
  • ·        Antecedentes de haber tenido con anterioridad un cáncer de mama.
  • ·        Menarquia precoz (antes de los 12 años),
  • ·        Primer parto después de los 30 años.
  • ·        No haber tenido hijos.
  • ·        Menopausia después de los 55 años.

Las mujeres deben tener el hábito de autoexaminarse por lo menos una vez al mes. Para esto levantan un brazo y se examinan la mama con la otra mano. Una buena oportunidad es efectuarlo en la ducha o al acostarse. Si están acostumbradas a este procedimiento, notarán precozmente una lesión nueva.

Antes de la menstruación, y durante los primeros días de ella, es frecuente que se palpen nódulos en mayor cantidad, los que pueden ser sensibles. Debido a esto, convendría que el examen se efectuara una a dos semanas después.

Si se palpa un nódulo, se debe precisar su ubicación, tamaño, forma, consistencia, bordes, desplazamiento respecto a los planos profundos, compromiso de la piel, sensibilidad.

La ubicación se expresa según los cuadrantes, la distancia respecto al pezón y la hora según la esfera de un reloj. El tamaño se expresa en centímetros. La forma podrá ser redonda, alargada, estrellada, etc. La consistencia puede ser blanda, elástica, fluctuante, dura. Los bordes pueden estar bien definidos o ser difíciles de precisar. Si existen adherencias con estructuras vecinas, puede ser difícil desplazar la lesión respecto a los planos profundos. Un aspecto especial que ocasionalmente se ve en cánceres que comprometen la piel es la presencia de "hoyitos" que dan un aspecto de "piel de naranja" (edema secundario a obstrucción linfática). Algunos nódulos son sensibles a la palpación.

Por el pezón pueden salir distintos líquidos en forma espontánea o exprimiendo la glándula o el pezón mismo. Estos líquidos pueden tener un aspecto lechoso o ser de otro tipo (seroso, hemático o purulento), según la causa que los produzca. En el embarazo, la lactancia, trastornos endocrinológicos o por efecto de medicamentos puede salir una descarga lechosa. La salida de un material serohemático puede deberse, especialmente en una mujer mayor, a un papiloma intraductal. Para identificar a cuál conducto corresponde, se presiona la aréola en forma radial y se ve por qué conducto sale el líquido.

Entre las lesiones palpables destacan los nódulos de una enfermedad fibroquística. También lesiones de bordes nítidos que corresponden a fibroadenomas y que son más frecuentes en mujeres jóvenes. Un cáncer de mamas se palpa como un nódulo duro, de bordes poco precisos, y puede estar fijo a la piel o a los planos profundos, pero en realidad, puede palparse como cualquier otro nódulo.

Ante la duda de la naturaleza de una lesión, conviene efectuar una mamografía. El rendimiento de este examen disminuye en mamas muy fibrosas. Tampoco logra diferenciar entre un nódulo sólido y un quiste, por lo que frecuentemente se complementa con una ecotomografía.

La palpación de las axilas tiene especial importancia por la posibilidad de encontrar ganglios comprometidos. Separando el brazo del costado del tórax, el examinador palpa la axila con sus cuatro dedos presionando contra la pared torácica. Con su mano derecha palpa la axila izquierda, y con la mano izquierda palpa la axila derecha.

El desarrollo de las mamas en el hombre, más allá de lo normal, se llama ginecomastia. Es frecuente de observar en algunos jóvenes en la edad de la pubertad. En los adultos se observa ocasionalmente por trastornos hormonales, por la ingesta de algunos medicamentos, o en enfermedades como la cirrosis hepática. Los hombres también pueden tener un cáncer de mamas, aunque es poco frecuente.